La Unión Europea sigue avanzando en la hoja de ruta de su plan de transición energética, que incluye el paquete de medidas “Objetivo 55” y el Plan REPowerEU, cuyo último objetivo es cambiar los sistemas de calefacción y aire acondicionado en la industria y las viviendas, abandonando paulatinamente la fabricación e instalación de las calderas de gas.
Para ello, el Parlamento Europeo y el Consejo han aprobado una directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios por la que recomienda a los países miembros la prohibición de las calderas de gas en los edificios nuevos a partir de 2028 y la eliminación del uso de sistemas de calefacción que utilizan combustibles fósiles en todos los edificios en 2035.
Según la directiva aprobada, a partir de 2024 ningún estado miembro podrá ofrecer incentivos para la instalación de calderas de gas o gasóleo, y las medidas para eliminar las calderas de gas tendrán que comenzar en 2025 para terminar con el abandono total de este sistema entre 2035 y 2040.
Con la publicación de la nueva Directiva Europea de Eficiencia Energética de 20 de septiembre de 2023, en las nuevas viviendas se prohibirá la instalación de calderas de gas a partir de enero de 2026, pero habrá excepciones para algunas industrias intensivas hasta el 31 de diciembre de 2030.
De forma adicional, los edificios nuevos ocupados o gestionados por autoridades públicas o que sean de su propiedad deberán ser edificios de cero emisiones a partir de 2026, y desde 2028 se aplicará a todos los edificios nuevos.
Específicamente, la directiva expone que:
“Los Estados deben introducir medidas para garantizar que el uso de sistemas de calefacción que utilizan combustibles fósiles en edificios nuevos y que sean objeto de reformas importantes, renovaciones en profundidad o del sistema de calefacción no esté autorizado a partir de la fecha de transposición de la presente Directiva y eliminar gradualmente el uso de sistemas de calefacción que utilizan combustibles fósiles en todos los edificios a más tardar en 2035 y, si no es viable, como demuestra la Comisión, a más tardar en 2040.“
Las soluciones propuestas desde la UE para sustituir las calderas de gas pasan por la instalación de bombas de calor y las tecnologías basadas en las energías renovables: energía solar, fotovoltaica y biomasa, además de la opción híbrida con el hidrógeno verde, que permitiría seguir instalando sistemas basados en combustibles fósiles siempre que estuvieran adaptados para funcionar con hidrógeno.