¡Winter is coming!
Como decían los Stark en Juego de Tronos, ¡el invierno se acerca! y es el momento de prepararnos para afrontar los meses de más frío en el contexto de la crisis energética y una más que probable subida del precio del gas, que ya duplica el del año pasado a pesar de la Excepción Ibérica y la bajada del IVA del gas.
Según la Guía Técnica del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), en España la calefacción supone como media el 47% del consumo de energía de un hogar.
Aún así, el consumo varía enormemente en función del clima, de la calidad del aislamiento de la vivienda, su orientación, el rendimiento de los sistemas de calefacción y sobre todo del uso que haga cada usuario.
La principal forma de ahorrar energía es la previsión en el momento de adquirir la vivienda o de instalar los equipamientos.
Lo ideal es disponer de un buen aislamiento y de un sistema de calefacción eficiente, con una caldera de gas natural de última generación o con un sistema basado en aerotermia, geotermia, biomasa o bombas de calor.
¿Cómo ahorrar en calefacción?
Si te preguntas cómo conseguir ahorrar en calefacción, a continuación te presentamos 10 consejos básicos para ahorrar en la factura del gas:
- 1.- Contratar una tarifa económica y ajustada al consumo
- 2.- Revisar la instalación de gas
- 3.- Reducir la temperatura del termostato
- 4.- Purgar y limpiar los radiadores
- 5.- Aislamiento térmico de ventanas y puertas
- 6.- Aprovechar las persianas y cortinas
- 7.- Ventilar 15 minutos como máximo
- 8.- Reducir la temperatura y el uso del agua caliente
- 9.- Cocinar con eficiencia
- 10.- Cerrar el gas durante las vacaciones
1.- Contratar una tarifa económica y ajustada al consumo
Si tienes una instalación de gas natural para la cocina, el calentador de ACS (Agua Caliente Sanitaria) y/o la calefacción, contratar una tarifa económica de gas como la Tarifa Gas de Fortuluz es la forma más sencilla de ahorrar en la factura.
Las tarifas de gas tienen distintos precios en función del consumo máximo contratado, con las siguientes modalidades de acceso:
- 1.- Tarifa RL.1: menos de 5.000 kWh al año.
- 2.- Tarifa RL.2: de 5.000 a 15.000 kWh al año.
- 3.- Tarifa RL.3: de 15.000 a 50.000 kWh al año.
- 4.- Tarifa RL.4: de 50.000 a 300.000 kWh al año.
Como es lógico, el precio de la tarifa es más barato cuantos menos KWh al año contrates.
Si ya tienes contratada la mejor tarifa de gas, la correcta gestión de la calefacción también puede proporcionar importantes ahorros en la factura del gas.
2.- Revisar la instalación de gas
La revisión de la instalación de gas por parte de un profesional permite su máximo rendimiento, consiguiendo un consumo más eficiente que se traduce en ahorro en la factura del gas.
En cualquier caso, el mantenimiento periódico de la instalación de gas es un requisito de seguridad imprescindible para evitar fugas y posibles accidentes.
Al mismo tiempo, limpiar y revisar la caldera permite mejorar su funcionamiento y reducir el consumo, aumentando la temperatura de la casa con menor coste.
Además, para evitar gastos imprevistos por averías o mal funcionamiento, es conveniente contratar un servicio de mantenimiento que cubra la revisión bienal obligatoria de la instalación según la normativa RITE.
Un buen mantenimiento de la caldera puede ahorrarte hasta un 15% al año
Asociación de los Consumidores de Energía: https://www.asociacion-anae.org/consejos-para-ahorrar-energia-en-casa
3.- Reducir la temperatura del termostato
Ajustar el termostato de la calefacción a una temperatura de entre 19 y 21 ºC es suficiente para mantener una sensación de confort térmico con una ropa ligeramente abrigada.
Usar manga larga, una bata para estar por casa, zapatillas de invierno y mantas confortables para el sofá y las camas son medidas sencillas para tener una sensación agradable y no pasar frío.
Por la noche se puede bajar el termostato a entre 15 y 17 ºC, pues estando arropados se puede dormir confortablemente y ahorrar al mismo tiempo.
Si hay momentos del día en que no hay nadie en la casa también se puede aprovechar para bajar un poco la calefacción, y si hay habitaciones que no se usen es conveniente cerrar los radiadores para que no consuman energía.
Según la Asociación de los Consumidores de Energía (ANAE), cada grado de más en el termostato de la calefacción supone un incremento del 7% en el consumo.
4.- Purgar y limpiar los radiadores
Purgar el aire de los radiadores al comienzo de la temporada de invierno permite eliminar el aire que contienen y que dificulta la circulación del calor por las tuberías, provocando una menor eficiencia del sistema.
Además, los radiadores deben estar limpios de polvo y libres de objetos, ropa o muebles que los tapen, para que puedan transmitir el máximo de calor a la estancia y necesiten menos energía para mantener la temperatura.
Poner ropa a secar en los radiadores dificulta su labor de calentar la estancia, aumentando el gasto.
5.- Aislamiento térmico de ventanas y puertas
Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), más de un 25% de las necesidades de calefacción de una vivienda media se deben a pérdidas de calor a través de las ventanas.
Este consumo superfluo se puede evitar fácilmente mejorando el aislamiento entre los cristales y los marcos de las ventanas así como protegiendo las rendijas de las puertas.
También es recomendable mantener cerradas las puertas interiores de la casa si vamos a permanecer un tiempo prolongado en una estancia, evitando calentar innecesariamente zonas de paso o poco utilizadas como los pasillos o baños.
Mantener el calor de la vivienda sin vías de escape consigue que la caldera pase más tiempo sin gastar cuando alcanza la temperatura de confort.
6.- Aprovechar las persianas y cortinas
Levantar las persianas en las horas centrales del día permiten aprovechar al máximo la luz natural y al mismo tiempo calentar la casa con el calor del sol, evitando parte del consumo de calefacción.
Del mismo modo, bajar las persianas por las noches permite conservar el calor y cerrar las cortinas aísla la estancia del frio de los cristales de las ventanas al bajar las temperaturas en el exterior.
7.- Ventilar 15 minutos como máximo
Para ahorrar en calefacción es conveniente reducir al máximo la pérdida de calor, pero las ventanas abiertas en los meses más fríos hacen que baje a gran velocidad la temperatura de una habitación, teniendo que consumir más energía después.
El tiempo necesario para ventilar una habitación es de 15 minutos, que son suficientes para limpiar de olores una estancia.
Además el momento ideal para ventilar es al mediodía, cuando la temperatura exterior es más alta.
8.- Reducir la temperatura y el uso del agua caliente
A mayor temperatura mayor consumo, por lo que se puede ajustar la temperatura del calentador de agua a un máximo de 45 ºC, que es suficiente para ducharse confortablemente y supone un importante ahorro en el consumo de gas.
Algunos consejos para ahorrar con el agua caliente son:
- 1.- Una ducha corta en lugar de un baño permite ahorrar agua pero también gas, al reducir la cantidad de agua a calentar.
- 2.- A la hora de lavar los platos, hay que tener en cuenta que el lavavajillas ahorra más energía que lavarlos a mano con agua caliente.
- 3.- Es conveniente dejar todos los grifos colocados en la posición de agua fría, para evitar que el calentador se ponga en marcha cada vez que se abra el agua.
9.- Cocinar con eficiencia
La calefacción no es la única forma de consumir gas, en las cocinas de gas hay varias recomendaciones sencillas y muy útiles para ahorrar energía:
- 1.- Ajustar el tamaño de la llama al fondo de los recipientes
- 2.- Acostumbrarse a cocinar usando una tapa, que acelera la cocción y evita que se disperse el calor
- 3.- Apagar el fuego unos minutos antes de terminar de cocinar, pues el calor se mantiene
Además puedes aprovechar fuentes de calor puntuales como el horno, que sigue desprendiendo calor después de cocinar, para comer o cenar en la cocina.
10.- Cerrar el gas durante las vacaciones
Por último, y aunque parezca un consejo evidente, no todo el mundo se acuerda de cerrar el gas cuando sale un fin de semana de viaje o durante las vacaciones.
Sin embargo, además de ser una medida de seguridad necesaria para evitar posibles accidentes, también garantiza un importante ahorro si se apaga la calefacción y no se calienta el agua mientras la casa está vacía.