Ajusta la potencia
Cada punto de suministro tiene una potencia contratada que elige el mismo consumidor. Esta potencia dependerá del máximo de energía que se necesite en un mismo momento. Así, no es lo mismo un pequeño apartamento donde viven una o dos personas sin calefacción ni aire acondicionado y con cocina a gas, que una casa grande con muchos aparatos conectados a la electricidad, calefacción en invierno y aire en verano, y cocina vitrocerámica. Bajar la potencia a las necesidades del inmueble puede suponer un ahorro de entre 8€ y 40€ al mes.