La Bioenergía o energía de biomasa es un tipo de energía renovable que procede de la transformación de materia orgánica para generar calor, electricidad o combustibles.
La biomasa ha sido utilizada por el ser humano como fuente de energía desde la antigüedad, quemando madera para calentarnos en forma de leña, pellets, astillas, briquetas o serrín.
La aparición de los combustibles fósiles relegó la bioenergía a un segundo plano, pero en los últimos años se ha convertido en una de las alternativas más sostenibles.
¿De dónde procede la bioenergía?
Las plantas y las microalgas verdes absorben la energía del sol mediante la fotosíntesis, usando el CO2 que se encuentra en la atmósfera y elementos del suelo para almacenarla en forma de materia orgánica.
Este es el proceso fundamental para la vida, tanto para las plantas como para los animales que se alimentan de ellas, y la materia orgánica que se obtiene de animales y plantas, o como desecho de procesos industriales, es la materia prima para la producción de biomasa.
Según la Directiva Europea de Energías Renovables, se entiende por biomasa:
Así, para obtener bioenergía, se utiliza biomasa procedente de plantas, microalgas, residuos de alimentos, desechos animales, plantas residuales y residuos de bosques.
La bioenergía es un componente fundamental del sistema energético de la Unión Europea, representando el 12% de la combinación global de energía y el 60% del consumo total de energía procedente de fuentes renovables, por lo que supone una de las principales bazas para conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
En este sentido, la Directiva Europea de Eficiencia Energética, revisada en el marco del paquete de medidas «Objetivo 55» y del plan REPowerEU para renovar el sistema energético, establece el uso eficiente de la biomasa con fines energéticos como una de las principales prioridades para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y el establecimiento de una economía circular sostenible gracias a la reutilización de los recursos.
¿Qué tipos de biomasa existen?
En función de su procedencia, la biomasa se puede clasificar de la siguiente forma:
- 1.- Forestal: Procedente de la limpieza y mantenimiento de cultivos de especies leñosas en terrenos forestales.
- 2.- Agrícola: Procedente de actividades relacionadas con los cultivos agrícolas, las cosechas y los residuos de las materias recolectadas.
- 3.- Ganadera: Se obtiene gracias a la explotación de ganado de cualquier especie, particularmente de la producción de estiércol, gallinaza y purines.
- 4.- Doméstica: Procede de los residuos urbanos que generan los ciudadanos en las zonas residenciales. Pueden ser desde aceites de fritura, residuos orgánicos e incluso aguas residuales.
- 5.- Industrial: Procede de los desechos de las instalaciones industriales del sector agroalimentario, en particular de la producción de procesados cítricos, aceite de oliva, cerveza, procesados cárnicos, de arroz y de frutos secos, industria vinícola, extracción de aceite de semillas y procesado de algas.
Oportunidades de la Bioenergía
Las principales ventajas de la bioenergía son:
- 1.- Es neutra en carbono y renovable: el CO2 que se libera de la combustión de biomasa forma parte del ciclo de fotosíntesis de las plantas, en el que lo absorben para seguir creciendo. Este proceso es continuo y, por tanto, garantiza la sostenibilidad de la materia prima.
- 1.- Es competitiva: las principales fuentes de biomasa para bioenergía son relativamente baratas en comparación con las fuentes de energía fósil
- 2.- Siempre está disponible: a diferencia de la energía solar y eólica, la bioenergía tiene la ventaja de poder ser producida continuamente, dado que la mayor parte de la materia prima puede almacenarse
- 3.- Es práctica: la bioenergía puede cubrir la demanda estacional variable (por ejemplo, muchos hogares almacenan madera para calefacción en invierno)
- 4.- Está lista para ser utilizada: en el caso del parque automovilístico actual, los biocombustibles son la única alternativa a los combustibles fósiles.
- 5.- Economía circular: La economía circular es una estrategia que tiene como objetivo reducir tanto la entrada de materiales como la producción de desechos, cerrando los bucles económicos y ecológicos de los recursos. En este sentido, el uso de bioenergía permite incorporar los residuos a los procesos industriales mediante la generación de energía y subproductos como fertilizantes, compost, azufre y CO2 para diferentes usos.
Retos de la bioenergía ¿Toda es sostenible?
La utilización de biomasa como fuente de energía tiene peligros como la deforestación en caso de un uso intensivo de los recursos, y puede encarecer los precios de los alimentos si los agricultores dejan de producir productos para el consumo humano porque les sea más rentable cultivar para generar energía.
Por ello, para garantizar la sostenibilidad de la biomasa, la Unión europea establece unos criterios de sostenibilidad que abarcan la biomasa, el biogás y los biocombustibles para el transporte.
Así, para considerar la bioenergía como una fuente de energía renovable, debe generar una disminución de emisiones de gases de efecto invernadero y cumplir las siguientes condiciones:
- 1.- Proteger los bosques ricos en biodiversidad, prohibiendo extraer biomasa leñosa de bosques primarios, turberas y humedales para la producción de energía, y permitiendo obtenerla de bosques con una elevada biodiversidad únicamente cuando no se interfiera con los fines relacionados con la protección de la naturaleza
- 2.- Cumplir criterios de sostenibilidad en lo que concierne a las cosechas y al mantenimiento de la calidad del suelo y de la biodiversidad
- 3.- Reducir al mínimo la utilización de madera en rollo de alta calidad para la producción de energía, las distorsiones indebidas sobre el mercado de materias primas de biomasa y los efectos nocivos sobre la biodiversidad, fomentando la utilización de biomasa conforme a su mayor valor añadido económico y ambiental (lo que se denomina «uso en cascada»)
- 4.- Prohibir los incentivos financieros nacionales que apoyen la utilización de trozas aserradas, maderas laminadas (con madera de alta calidad) y tocones y raíces (que son importantes para el suelo) para la producción de energía, así como, en determinadas condiciones, la producción de electricidad a partir de biomasa forestal en instalaciones únicamente eléctricas
- 5.- Exigir que todas las instalaciones de calefacción y producción de electricidad que utilicen biomasa cumplan los umbrales mínimos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Los criterios de sostenibilidad de la UE en relación con la biomasa deberían aplicarse en el futuro a instalaciones de calefacción y producción de energía de menor tamaño (de 5 MW o más), en lugar del umbral de 20 MW establecido en la Directiva actual.